Tus huesos están hechos principalmente de un intrincado edificio de tejido mineralizado formado por células óseas como un arrecife de coral.
Al principio, el trabajo es emocionante y productivo, ya que los osteoblastos cúbicos jóvenes secretan diligentemente el tejido osteoide que forma la matriz ósea. Desafortunadamente, a medida que se construye el hueso, estas células pronto se encuentran aprisionadas en su propia obra, ¡enterradas vivas!
Para sobrevivir, estos osteocitos ahora maduros ocupan pequeños espacios llamados lagunas y se extienden desesperadamente hacia las células cercanas con delgadas extensiones (o procesos citoplásmicos) en pequeños canales (o canalículos) en el hueso. Cuando hacen contacto, forman una red viva dentro del hueso que puede intercambiar nutrientes y desechos. También pueden comunicar qué partes del hueso están siendo estresadas y necesitan ser fortalecidas, así como determinar qué partes deben dejarse deteriorar.
Lo que puede crear un rayo de esperanza: a medida que los osteoclastos comienzan a reabsorber la matriz ósea, se reduce el material que cubre los osteocitos. Sin embargo, dado que las tensiones óseas cambian constantemente, los huesos suelen rehacerse, fortaleciéndolos y condenando a los osteocitos a su destino.
Lamentablemente, en determinadas circunstancias, la tasa de reabsorción de los osteoclastos supera la tasa de formación de hueso de los osteoblastos, lo que puede provocar osteoporosis. Este debilitamiento general de los huesos es de particular preocupación para las mujeres cuando sus niveles de estrógeno descienden después de la menopausia (aunque la reducción de los niveles de testosterona en los hombres también puede provocar un aumento de la actividad de los osteoclastos). En casos severos, los huesos pueden debilitarse tanto que se fracturan fácilmente. Afortunadamente, los cambios en el estilo de vida, los suplementos dietéticos y los medicamentos pueden ayudar a evitar que los pacientes queden atrapados por la afección.
Los osteocitos viven en las cavidades del hueso y lo mantienen desde adentro. Secretan sustancias químicas que regulan las concentraciones de minerales e influyen en los osteoblastos y osteoclastos circundantes para remodelar el hueso. Su estructura ramificada contribuye a su
¡Hueso del dedo del pie conectado al hueso del pie, el hueso del pie conectado al hueso divertido! Aprenda cómo las células óseas regulan los minerales en nuestro cuerpo.
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